El estudiante Dieguista, es una persona participativa, crítica, perseverante, creativa, optimista, con conocimiento y aplicación de los derechos humanos y el reconocimiento de la pluralidad, identidad y valoración de las diferencias. Encuentra soluciones a las dificultades, en las crisis personales, familiares e institucionales, a través de la concertación y conciliación, aprendiendo a convivir para la paz. Sobre todas las cosas es un joven de principios, sencillo y humilde, con alta autoestima, sentido de pertenencia, espíritu de superación permanente e identidad cultural, local, regional y nacional.

Desarrolla su intelectualidad con las competencias que exigen los tiempos modernos. Se mueve en la dinámica de la verdad, en aprendizajes evolutivos y no definitivos, articulando teoría y práctica, generando nuevas actitudes de acuerdo a la realidad, desarrollando competencias laborales y de trabajo en equipo. Tiene una sólida formación en valores humanos, vivenciando la tolerancia, el respeto, la responsabilidad, autonomía, vocación de servicio, lealtad, honestidad, solidaridad. Sabe armonizar su vínculo con la naturaleza, como un todo y aprende el principio universal de conservación.

Así mismo, con hábitos de orden, puntualidad, laboriosidad, urbanidad, higiene y seguridad, como ejes articuladores para el mejoramiento de la calidad y realización de su proyecto de vida.