Principios que Orientan la Acción Educativa
Autonomía
La autonomía supone la autorregulación, es decir, el progreso humano, social, cultural y tecnológico no sujeto a controles ni a presiones externas, sino dirigido por la misma Institución hacia los fines que espera la comunidad y que, por derecho, le corresponden a los estudiantes. La responsabilidad tiene que ver con el hecho de que cada uno de los actores y partícipes en el proceso educativo responda por las consecuencias de sus actos o de sus omisiones.
Participación
Implica la contribución decidida, significativa y permanente de los integrantes de la comunidad educativa en los procesos de planeación, ejecución, evaluación y mejoramiento del quehacer educativo, basada en la ética, en el compromiso y en el sentido de cumplimiento del deber de cada uno de los miembros. Coherencia: Se refiere al estado de correspondencia existente entre lo que la institución piensa (filosofía) o se propone (misión), lo que realmente hace y los resultados que obtiene con el desarrollo de sus acciones. Es decir que un punto obligado de referencia es el resultado del auto evaluación del Proyecto Educativo Institucional, de lo que en él se ha planteado, su desarrollo y sus logros.
Pro actividad
La pro actividad nos mueve a anticiparnos a los hechos, a aportar soluciones antes de que sucedan los problemas, a prevenir situaciones indeseables. Es la conducta típica de prevenir en vez de tener que lamentar y este tipo de reacciones deben acompañar la auto evaluación Institucional ante las oportunidades o amenazas que se vislumbren en el contexto en que se mueve la Institución.
Transparencia
Conocimiento claro de todos los criterios, instrumentos y procedimientos que se llevan en la institución. Dignidad: Los miembros de la comunidad son conscientes de su valor personal y el valor de los demás.